
Era algo increible, pues nunca se dejaba ver la cara, estaba como loca por haber perdido a su marido.
Hasta que alguien superando el miedo, se le acercó sin que ella se percatara y le sacó el velo, pero !oh sorpresa!, su cara era una calavera. Desde aquella vez, al verse descubierta nunca más apareció por esos lares.
Narración : Jose Montalvan Dominguez (Octubre 1940. El Morro)
Extraído de Mitos y Leyendas de la Península de Santa Elena. Maria Alvarez, Sol Damerval