Desde Portugal María Vera Chagas de Souza (lectora de Ballenita si y activista del movimiento Slow, que es una corriente cultural que promueve calmar las intensidad y velocidad de las actividades humanas) , nos envía este artículo que queremos compartirlo con ustedes, se trata de una ENTREVISTA A UN TUAREG (tribu nómada del desierto de Sahara, Africa) realizada por Victor M. Amela a Moussa Ag Assaride (autor del libro En el Desierto no hay Atascos)
- Moussa, qué edad tienes?
No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!. Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier (Francia) .Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo.
- ¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es de un azul bellísimo...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- ¿Por qué?
- ¿Quiénes son los tuareg?
- ¿Cuántos son?
- ¿A qué se dedican?
- ¿De verdad es tan silencioso el desierto?
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- ¿Qué es lo que más te chocó en tu primer viaje a Europa?
Vi correr a la gente por el aeropuerto.. .¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
Sí, era eso.También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: Vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá y el agua desperdiciándose, aún siento dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- ¿Qué pasó con tu familia?
Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela.Casi cada día yo caminaba quince kilómetros.Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa...Entendí: mi madre estaba ayudándome...
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito.Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.
Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña.Y caminar descalzo sobre la arena cálida.Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra...Aquí, por la noche, miran la tele.
- Sí... ¿Qué es lo que peor te parece de aquí?
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: Baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Qué paz...