Por: Emilio González Salvador.
Recorrer Cerro Blanco es un privilegio para los amantes de la natura, es un destino mágico muy cerca del centro urbano de Guayaquil. Para nosotros fue más que un sendero, fue reencontrarnos con un ecosistema que está presente en nuestra diaria jornada, nos referimos al bosque seco tropical.
Recorrer Cerro Blanco es un privilegio para los amantes de la natura, es un destino mágico muy cerca del centro urbano de Guayaquil. Para nosotros fue más que un sendero, fue reencontrarnos con un ecosistema que está presente en nuestra diaria jornada, nos referimos al bosque seco tropical.
"Existen dos estaciones que marcan las temporadas de este tipo de bosque: la estación lluviosa y la estación seca. En la estación seca los árboles dejan caer sus hojas dando un aspecto contrario al verde frondoso que adquieren en los meses de lluvia" Con éstas palabras comenzaba nuestro recorrido por uno de los senderos del Bosque. El sendero que escogimos fue el "Mono Aullador" de 5 horas de duración. Un tramo duro pero de una gran recompensa.
Después de la charla de introducción con los detalles generales del cerro nos indicó también algo de los efectos negativos y el impacto que ha sufrido este ecosistema con la construcción de ciudadelas en la vía a la costa, camaroneras y demás empresas ya que han destruido los ramales del estero, principal fuente de alimento y descanso para las diferentes especies que allí se encuentran. Nos comentó también como la operación de una empresa como Holcim puede aullentar y destruir el hábitat de las especies en este ecosistema, directa o indirectamente.
Es "un poco" contradictorio, sólo operan hasta cierta distancia, altura, profundidad, etc, pero los animales y las plantas no entienden de eso, para ellos el ruido es infernal y amenazador por eso tienen que abandonar el hábitat. En fin, a pesar de las contradicciones y de percatar desde el cerro como la mano del hombre ha afectado a este ecosistema, decidimos continuar nuestro recorrido.
Es "un poco" contradictorio, sólo operan hasta cierta distancia, altura, profundidad, etc, pero los animales y las plantas no entienden de eso, para ellos el ruido es infernal y amenazador por eso tienen que abandonar el hábitat. En fin, a pesar de las contradicciones y de percatar desde el cerro como la mano del hombre ha afectado a este ecosistema, decidimos continuar nuestro recorrido.
Al comienzo el panorama era literalmete seco, a medida que avanzábamos al corazón del bosque el verde invadía nuestros sentidos. El silencio y sus sonidos, crujir de las hojas, el viento, los pájaros, los árboles hacían de nuestra aventura una experiencia sensorial única. El clima se caracteriza por las temperaturas altas en este tipo de bosques, y ésta no iba a ser la excepción queridos amigos. La temperatura sobrepasaba los 30°C, pero nunca hubo motivo alguno para detener nuestro firme caminar en busca de nuestro objetivo, tener el privilegio de ver a los monos aulladores.
La diversidad del Bosque Protector Cerro Blanco es alucinante. Guasmos, Mata Palos, Higuerones, Ceibos, Vejucos, etc, nos acompañaron durante todo el recorrido. Una gran diversidad de aves ponían melodía y color a nuestro recorrido como el Trogón y el Gallinazo cabeza roja. Termiteros, Perezosos, Insectos, y una lista interminable de especies. Definitivamente un sendero muy enriquecedor. Luego de 3 horas y media de recorrido y de escuchar los sonidos que emitían los monos durante nuestra aventura, fuimos recompensados cuando nuestro guía, Jorge Peñafiel, nos dio alerta para quedar en silencio ya que había localizado al mono aullador. Se trataba de una hembra que cargaba consigo una cría y nos explicaba que las hembras después de parir monos machos huían de la manada para que el macho alfa no los mate y así poder criarlo y buscar otra manada.
En tu espíritu indiscutiblemente falta algo si no amas la natura, pues nosostros nos retiramos del lugar y terminamos el recorrido con una recompensa incuantificable. El haber disfrutado de un sendero maravilloso con una gran diversidad de flora, fauna y magia pura en cada uno de sus rincones. Con mucho respeto por el ecosistema nos divertimos y quedamos muy agradecidos con nuestro guía por la paciencia y sus enseñanzas, también un abrazo gigante a Xavier, Pamela y Nacho que nos acompañaron en esta aventura.
Al mismo tiempo hacemos a todos una invitación a que visiten El Bosque Protector Cerro Blanco, que difundan este tipo de alternativas en nuestra ciudad y recorran cualquiera de los senderos, ya sea el Sendero Lana de Ceibo de 2 horas, Sendero Higuerón de 3 horas o el que cubrimos en esta publicación, el sendero Mono Aullador de 5 horas, porque más que senderos o recorridos son oportunidades de admirar la natura de nuestra zona.
Al mismo tiempo hacemos a todos una invitación a que visiten El Bosque Protector Cerro Blanco, que difundan este tipo de alternativas en nuestra ciudad y recorran cualquiera de los senderos, ya sea el Sendero Lana de Ceibo de 2 horas, Sendero Higuerón de 3 horas o el que cubrimos en esta publicación, el sendero Mono Aullador de 5 horas, porque más que senderos o recorridos son oportunidades de admirar la natura de nuestra zona.
María José Martínez - Mobile: (+593) 97 280 707
Emilio González Salvador - Mobile: (+593) 86 863 910