Es posible que la agricultura ecológica, aquella que propone el no uso de agrotóxicos y de semillas modificadas genéticamente pueda servir para superar el problema del hambre a nivel mundial?.
Esa fue la pregunta que a través de conferencias magistrales, conversatorios y muestras de la producción de decenas de las mejores fincas agroecológicas del Ecuador se intentó dar respuesta en el 2º Foro Internacional de Agricultura Orgánica y Agroecológica que se desarrolló días atrás en la ciudad de Guayaquil.
Pancho Gangotena, productor orgánico con más de 30 años de experiencia en esta área, demostró con la producción contínua de más de 40 items utilizando fertilizantes elaborados base de polvo de roca y otro tipo de abonos naturales en su finca Chaupi Molino que es viable fisica y económicamente, y dejó claro que en su criterio "no hay nada más subversivo en el mundo que una finca orgánica".
Richard Intriago, de la organización del FIAGORA 2012, se mostró satisfecho por los logros de difusión de los temas tratados en este evento internacional que reunió expositores de Ecuador, Brasil, Cuba, Chile y Perú, quien además manifestó que "El uso de pesticidas o semillas modificadas genéticamente no garantizan una alta rentabilidad. Los consumidores, cada vez más, buscan productos saludables y amigables con el entorno".
El investigador brasileño experto en transgénicos Rubens Nodari fué enfático en que los estudios a largo plazo sobre transgénicos estan indicando que "podrían causar fallas fisiológicas o generar tumores y alterar los componentes de la sangre".
En Ecuador, unas 10.000 fincas están destinadas a la producción orgánica, lo que se puede traducir en que el 10% de la producción agroalimentaria que se consume en el país está libre de pesticidas y plaguicidas.
El segundo día del FIAGORA paralelamente a las mesas de trabajo, se desarrolló la feria "Qué Rico es Comer Sano y de Mi Tierra", con la venta de mermeladas, miel, dulces y bebidas, además de alimentos frescos de varias de las fincas agroecológicas participantes.
El stand de Mi Cocinita Soberana fué uno de los que más llamó la atención, en el se hacía conciencia mediante la participación activa del público de lo que existe detrás de cada alimento fresco y procesado; y del poder que tiene el consumidor a la hora de elegir un tipo de alimento.
La feria también contó con la participación activa de colectivos culturales como Narices Rojas y Thamé Teatro de Artesanos.
El Foro fue un espacio para demostrar las ventajas que ofrece la producción orgánica en el país, que incluye con fuerza al sector de la agroexportación de rosas, frutas, banano, cacao y café.
La importancia actual de estos espacios en nuestro país radica en "la necesidad de demostrar que la agroecología es una opción viable al abundante uso de agrotóxicos y en el contexto del debate nacional frente a los transgénicos" mencionó Intriago. Más aun cuando ambos procedimientos (pesticidas y transgénicos) cada vez se alejan más de las actuales exigencias de los consumidores que prefieren alimentos nutritivos y proambientales.