Hacer de su hogar un lugar de confianza y apoyo es lo más importante que un padre puede hacer. Los niños que se sienten ignorados o menospreciados son más vulnerables a la sustracción o explotación. RECUERDE, no hay ningún sustituto para la atención y supervisión.
Estos son algunos consejos para ayudarle a mantener a sus hijos seguros:
1. Sepa donde están sus hijos en todo momento. Conozca a los amigos de sus hijos y sepa donde viven. Como regla sus hijos deben informarle a que lugares van a ir y si hay algún cambio de plan.
Actualice los domicilios y números de teléfono de los amigos de sus hijos. Conozca a sus padres.
2. JAMAS deje a sus hijos solos en un lugar público o en un auto, ni siquiera por un instante. No crea que están seguros si las puertas están cerradas con llave y la alarma esta activada. Los secuestradores pueden abrir cualquier vehículo en unos segundos. Enséñele a sus hijos que hacer en caso de que se separen. Enséñeles como usar el teléfono para llamar a su casa o al 9-1-1.
3. Mantenga sus ventanas y puertas cerradas.Parece una cosa simple, sin embargo muchas personas no lo hacen. Los acechadores prefieren casas que tienen puertas o ventanas sin llave o seguro. Siempre cierre las puertas de su carro con llave cuando vaya conduciendo o este estacionado.
4. Obtenga información sobre niñeras, empleadas domésticas y encargados de guarderías. Verifique referencias y hágales visitas inesperadas para ver como están sus hijos. Pregúntele a su hijo o hija sobre la persona que está y escuche la respuesta.
Póngase alerta si alguién le esté dedicando una inusual atención a sus hijos o haciéndoles regalos inadecuados o caros.
5. Sin atemorizarlos, explíqueles tácticas que los secuestradores pueden utilizar. Algunos de los trucos más usados son decirles: “Me puedes ayudar a encontrar a mi perrito?” “Me puedes decir como llegar a la tienda?” “Me puedes ayudar a cargar este paquete?”
6. Conozca bien el lugar donde se encuentra y vigile a sus hijos. Los niños con frecuencia se desaparecen cuando los padres o las personas a cargo se distraen. Más de la mitad de los menores secuestrados por gente extraña son tomados de un vehículo, un parque o de la calle.
Menores de 6 años de edad no deben jugar sin vigilancia. Los expertos dicen que a esa edad simplemente son muy confiados y demasiado vulnerables para poder jugar sólos.
En lugares muy concurridos (tiendas, ferias, etc.), mantenga a los más chicos en sus coches. Use “cuerdas para manos”, brazaletes de Velcro con cuerdas flexibles, o incluso un arnés para mantener a los niños cerca.
7. Nunca deje que un niño entre a un baño público sólo, no es un lugar apto para un niño solo. No importa de que sexo sea su niño, métalos al baño con usted. Desgraciadamente, aún niños más grandes han sido secuestrados, agredidos y asesinados en baños públicos.
8. Practique situaciones de "que tal si"; para que estas se vuelvan algo natural. Los niños necesitan prácticas constantes. Así como sus hijos practican ejercicios para casos de incendio, así también deben practicar ejercicios de seguridad física.
9. Identifíqueles a sus hijos las áreas seguras. Camine a la escuela junto con sus hijos e identifique lotes baldíos, callejones y otros lugares que podrían ser peligrosos. Haga un mapa de rutas aceptables; con caminos principales y evitando veredas y áreas apartadas. Si sus hijos toman el bus, visite la parada del bus junto con ellos. Actualice los mapas e información de la ruta con frecuencia.
10. No le ponga el nombre de su hijo a la ropa, mochila u algún otro artículo. Esto les a los acechadores la oportunidad de que le hablen a su hijo o hija por su nombre.
11. Expliqueles el concepto de “extraño” a sus hijos. En lugar de decirles que no hablen con “extraños,” enséñeles a estar alerta a conductas y situaciones amenazantes. El termino “extraño” no es muy fácil de entender para los niños.
Una vez que alguién ha dicho, “Hola, niño, como te llamas?”, quizás un niño ya no vea a esa persona como un extraño. Los niños también tienen la idea errónea que los extraños son de aspecto que da temor. Platique sobre las diferentes formas de identificar las circunstancias potencialmente peligrosas.
Tenga en mente que algunos “extraños” pueden auxiliar a sus hijos cuando estos necesitan ayuda. Dígales a sus hijos que busquen a madres con niños, otros niños, policías en uniforme o a trabajadores de tiendas en el centro comercial en caso de que necesitan ayuda.
13. Mantenga fotografías, descripciones y registros recientes de sus hijos. Este preparado para la remota posibilidad de que su hijo tal vez desaparezca un día. Mantenga una descripción completa y actualizada de su hijo, incluyendo color de pelo, de ojos, estatura, peso y fecha de nacimiento. Asimismo, anote otras características físicas, tales como lentes, frenos dentales y orejas perforadas.
14. Converse abiertamente sobre cuestiones de seguridad y escuche con cuidado lo que su hijo o hija tengan que decir. Los niños necesitan saber que pueden hablar con usted y que usted los va a escuchar y va a comprender lo que ellos dicen. Si los niños sienten que usted no se siente cómodo para platicar algo, tal vez ellos no sientan confianza para hablar sobre eso. No evite hablar sobre temas que sus hijos desean comentar. Considere la edad de un niño o niña cuando hable con ellos y proporcione la información en una forma que sea adecuada para la edad. Los niños más chicos prefieren algo actuado y repetición de mensajes. Los niños mayores pueden aprender de hechos actuales o de casos reales. Tenga en mente lo siguiente:
Los niños de 3 a 5 años de edad tienen curiosidad y le tienen confianza a las personas por naturaleza, quizás no reconozcan situaciones potencialmente peligrosas. Los niños de 6 a 9 años de edad pueden recordar información y aplicarla, pero una situación difícil puede ser demasiado para ellos.
Los niños de 10 a 13 años de edad pueden calcular mal su capacidad para manejar una situación difícil. Asimismo, estos pueden no darle mucha importancia al peligro.
Adaptado para Ecuador por BallenitaSi Online del "Child Safety Tips" de la Fiscalía del Fuero Común de San Diego (CA).
FOTO: Aula Penal